Annamarie Sauter: Hay algo muy liberador en ser llenas del Espíritu Santo.
Tom Elliff: Padre, Te damos gracias por el salmo maravilloso que tocó su corazón y toca el de nosotros hoy: “Sabe pues que el Señor es Dios, y es Él quien nos hizo y no nosotros a nosotros mismos” (Salmo 100:3, parafraseado).
Señor, que podamos entrar en Tus puertas con acciones de gracias en tus atrios con alabanza (Salmo 100:4). Te pedimos, Padre, que como un cordero en el Antiguo Testamento; nos ofrezcamos a ti hoy, pidiéndote que consumas nuestras vidas; como ha sido dicho en Tu Palabra, que pueda darse ese gran intercambio; ser cambiados, Cristo en nosotros, la esperanza de la maravillosa gloria (Colosenses 1:27, parafraseado).
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Toda esta semana Nancy ha enfocado nuestra atención en el …
Annamarie Sauter: Hay algo muy liberador en ser llenas del Espíritu Santo.
Tom Elliff: Padre, Te damos gracias por el salmo maravilloso que tocó su corazón y toca el de nosotros hoy: “Sabe pues que el Señor es Dios, y es Él quien nos hizo y no nosotros a nosotros mismos” (Salmo 100:3, parafraseado).
Señor, que podamos entrar en Tus puertas con acciones de gracias en tus atrios con alabanza (Salmo 100:4). Te pedimos, Padre, que como un cordero en el Antiguo Testamento; nos ofrezcamos a ti hoy, pidiéndote que consumas nuestras vidas; como ha sido dicho en Tu Palabra, que pueda darse ese gran intercambio; ser cambiados, Cristo en nosotros, la esperanza de la maravillosa gloria (Colosenses 1:27, parafraseado).
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Toda esta semana Nancy ha enfocado nuestra atención en el Espíritu Santo. ¿Qué significa vivir una vida llena del Espíritu Santo? Esta es una pregunta crucial que todas nosotras necesitamos responder, especialmente a la luz de nuestra serie actual, En busca de Dios.
Hemos estado estudiando el tema del avivamiento personal. Ser avivado incluye perseverar en características como la humildad, la honestidad, la obediencia, el arrepentimiento y la pureza. Durante las últimas semanas hemos visto cada una de las marcas del avivamiento.
En esta semana, el enfoque ha estado en el poder que nos permite crecer en estas áreas: El Espíritu Santo. A lo largo de esta serie hemos transmitido momentos de oración de los que no queremos que seas solamente una escucha, sino que participes.
Hoy queremos escuchar oraciones que se llevaron a cabo en una Reunión de Oración Nacional por Avivamiento. Unámonos a Nancy, junto con Byron Paulus, Bob Bakke, Shirley Dobson, Barbara Blanchard y Tim St. Clair.
Para empezar, aquí está Tom Elliff.
Tom Elliff: Inclinemos nuestros corazones hacia el Señor en oración. Un mandamiento tiene substancia en nuestras vidas porque reconocemos la autoridad detrás de él.
Sería bueno para nosotros empezar nuestro tiempo de oración en adoración al Señor, expresando nuestra adoración y alabanza a Él, y reconociendo que lo que Él dice, lo vamos a tomar en serio. Comencemos nuestras oraciones con ese pensamiento.
Shirley Dobson: Señor, Tú has sido nuestro refugio en todas las generaciones. De eternidad a eternidad, Tú eres Dios (Salmo 90:1-2, parafraseado). Te alabamos porque Te interesas en nosotros; porque quieres vivir en nosotros; porque quieres completo control de nuestras vidas al rendirnos a Ti.
Esto no es algo lejano. Tu Palabra no está lejos. Está cerca. Es nuestra vida. Creemos Tu Palabra, y nos sometemos a Ti con gozo hoy.
Tim St. Clair: Señor, oh Señor, qué majestuoso es Tu nombre en toda la tierra; y ¿qué es el hombre para que de él tengas memoria? (Salmo 8:1,4, parafraseado). Tú eres grande. Nosotros somos pequeños, y empezamos hoy reconociendo que Tú eres digno de ser obedecido, que Tú eres digno de recibir nuestra alabanza.
Nos rendimos a Ti. Reconocemos este mandamiento, este gran mandamiento de seguir siendo llenos. Recibimos este mandamiento, Oh Dios. Lo recibimos, reconociendo Tu autoridad en nuestras vidas, y queramos o no ser llenos, obedeceremos.
Así que nos rendimos ante Ti, oh Dios. Este es nuestro voto, este día, que seremos llenos en obediencia a Tu mandamiento.
Barbara Blanchard: Oh Señor, venimos ante Ti humillados en este día en oración. Te damos muchas gracias por Tu precioso Espíritu Santo; que no nos dejaste vagando sin dirección, sin un ancla aquí abajo, cuando Tú dejaste esta tierra.
Señor, Tú mandaste Tú bendito Espíritu Santo. Te mandaste en Espíritu para vivir dentro de nosotros – no con nosotros, sino dentro de nosotros, Te alabamos y Te damos gracias por ello. Aun cuando no somos fieles, Tú siempre eres fiel.
Señor, Te alabamos y Te damos gracias por este regalo maravilloso que diste a la humanidad, que Tú mismo vendrías a vivir dentro del hombre, para que podamos vivir la vida cristiana con poder.
Bob Bakke: Señor, pensamos en el clamor de Jim Elliot, hace muchos años, que quiso ser tan consumido por el Espíritu Santo, él ardía por Ti. Te damos gracias por el maravilloso Salmo que tocó su corazón y que toca el de nosotros hoy: “Sabe pues que el Señor es Dios, y es Él quien nos hizo y no nosotros a nosotros mismos” (Salmo 100:3 parafraseado).
Señor, que podamos entrar por Tus puertas con acción de gracias y en tus atrios con alabanza (Salmo 100:4). Te pedimos, Padre, que como un cordero en el Antiguo Testamento, podamos ofrecernos hoy, pidiéndote que consumas nuestras vidas; como ha sido dicho en Tu Palabra, que pueda darse ese gran intercambio; ser cambiados, Cristo en nosotros, la esperanza de la maravillosa gloria.
Tom Elliff: Al continuar nuestra oración, solo déjame mencionar —en virtud de aquellos que se están uniendo a nosotros ahora— que nuestro enfoque hoy es este maravilloso privilegio que tenemos de vivir en la plenitud del Espíritu Santo de Dios.
Hemos estado enfocados en el hecho de que Él es nuestro Soberano, y esto es un mandamiento. Por eso, es algo que puede pasar en nuestra vida. Pensamos en el poema de Bunyan, que luego se convirtió en himno:
Corre, Juan, corre, la ley demanda, pero no me da ni pies ni manos. La más grande noticia el Evangelio nos trae: me manda a volar y me da alas.
Vamos a volcar nuestra atención y nuestro tiempo de oración al proceso de no solo adorar al Señor, sino de vaciarnos de nosotros mismos.
Claro, si estuviéramos llenos de nosotros mismos, llenos de hombre (lo cual somos), rehusando soltar, la plenitud del Espíritu es una imposibilidad. Enfoquemos nuestro tiempo de oración en estos próximos minutos en estar ante el Señor, no solo por nuestro propio beneficio pero para beneficio de nuestra nación, en confesión y arrepentimiento.
Tim St. Clair: Padre, soy recordado que tenemos dos opciones: es decir, caminamos en el Espíritu, o caminamos en la carne. Mi deseo, Padre, es ser vaciado de todo que no sea agradable a Ti y ser lleno de toda la plenitud de Dios disponible por Tu Espíritu.
Gracias que como Tú, Señor Jesús, le dijiste en el aposento alto a tus discípulos; has dejado Tu Espíritu aquí para enseñarnos, para guiarnos, para traer todas las cosas a nuestra memoria, y a vivir dentro de nosotros para darnos poder.
Espíritu de Dios, ten libertad; ten control este día, te lo pido.
Bob Bakke: Enséñame, Señor, la medida de mis días y lo frágil que soy. Padre, solo muéstranos hoy que nuestra esperanza está en Ti, solamente en Ti.
“Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas; Porque forastero soy para ti, y advenedizo, como todos mis padres, déjame, y tomaré fuerzas antes que vaya y perezca. (Salmo 39:12-13 RV).
Señor, estamos desesperados esta mañana, desesperados por Tu control soberano en nuestras vidas. Te damos gracias por la Palabra que usaste esta mañana para redargüir nuestros corazones.
Te agradecemos por la persona de Tu presencia en nuestras vidas hoy. Muévenos, Padre. Vacíanos. Confesamos, Señor que Te queremos conocer plenamente, que puedas ser alabado y glorificado en medio de nuestra fragilidad. En el nombre de Jesús.
Shirley Dobson: Oh Señor, reconocemos que somos pecadores. Sabemos que nuestra nación ha entristecido a Tu Espíritu Santo. Oh Señor, venimos ante Ti hoy en humilde arrepentimiento, no solo por nuestra nación, Señor, sino por nuestros pecados individuales.
Señor, sabemos que hay mucho pecado en la iglesia hoy, y por eso en cierta manera no somos tan poderosos como pudiéramos ser. No estamos logrando lo que pudiéramos ser porque hay pecado entre nosotros.
Te pedimos, Espíritu Santo, que prendas Tu reflector en cada uno de nuestros corazones. Señor, si hay algo en nuestros corazones que no te agrada - algún pecado, alguna oscuridad – Oh, ¡te pedimos que nos des convicción!
Te pedimos que nos ayudes a devolvernos y arrepentirnos y a clamar a Ti, Oh Señor, que podamos ser una iglesia santa, que seamos gente santa, que puedas venir y empezar un avivamiento entre nosotros.
Señor, te pedimos por los líderes de nuestras iglesias a través de la nación. Oh Dios, te pedimos que vengas a ellos en una manera fresca y que ellos mismos clamen, por su iglesia, sus familias, por esta nación.
Necesitamos purificación, Señor y te pedimos que Tu Espíritu Santo barra a través de la nación, empezando con la iglesia y luego con nuestros hogares y luego con nuestros líderes gubernamentales; Señor, que todos podamos ser atraídos a Ti, que todos podamos ser una novia santa para Ti.
Siento que nos deberíamos de vestir de cilicio y echarnos cenizas en nuestra cabeza y postrarnos ante Ti y clamar por los pecados de nuestra nación. Te damos gracias por Tu gracia, y te damos gracias por Tu compasión. Te damos gracias por Tu constante amor y misericordia. En el nombre de Cristo.
Byron Paulus: Señor, no puedo evitar el acordarme de alguien que dijo que estamos tan satisfechos con nosotros mismos que no queremos orar, y somos tan autosuficientes que no creemos que necesitamos orar, tenemos tanta auto-rectitud, nos creemos tan santos, que no podemos orar.
Dios, todo eso se centra en el YO y en el materialismo y el entretenimiento que nos elimina el sentido de necesidad y deseo. Y además todas esas acciones percibidas como justas que hacemos, dándonos crédito a nosotros mismos en lugar de dártelo a Ti…
Dios, ¿podrías liberarnos de nosotros mismos? ¿Podrías vaciarnos de todas esas motivaciones incorrectas, de recibir gloria y pensar que nos estamos satisfaciendo cuando hay mucho más?
Dios, lo que quieres hacer por Tu gente sobrepasa cualquier cosa que nos podamos imaginar. Libéranos de pensar en cosas de este mundo y de pensamientos egoístas, y provócanos a entrar en el ámbito del Espíritu que lo sobre pasa todo.
Llénanos hasta rebosar, que nuestra meditación seas simplemente Tú y sólo Tú.
Nancy DeMoss de Wolgemouth: Señor, por mucho que nos lamentemos por nuestros pecados y de nuestra nación, no es de sorprendernos que los habitantes de Sodoma y Gomorra actuaran como habitantes de Sodoma y Gomorra. Pero, Señor, lo que más pesa en nuestros corazones, lo más grave, es que los habitantes de Sión actúen como los habitantes de Sodoma y Gomorra – que Tu pueblo, que tiene viviendo a Cristo dentro de ellos y el poder del Espíritu Santo, camine en la carne.
Señor, al mirar dentro de nuestras iglesias y nuestras casas – nuestros hogares Cristianos y nuestros propios corazones – vemos la corrupción de la carne allí. ¡Qué inconcebible y lamentable es que no estemos viviendo en pureza, justicia, en la dulce plenitud y poder de Tu Espíritu Santo; que estemos aferrándonos a los pecados de la carne y que los matrimonios Cristianos se estén rompiendo!
Señor, estas son cosas que pasan dentro de nuestros corazones – la inmoralidad en la iglesia, el contentamiento con el status quo, y el hecho que el mundo mira a la iglesia y no ve mucha diferencia; nada que contribuya a crear algo de hambre o sed por Cristo.
¡Oh Señor, ten misericordia de nosotros y perdónanos y limpia Tu iglesia! Que podamos ser vaciados de nosotros mismos. El mundo no tiene el poder de vaciarse de sí mismo, pero nosotros sí. Señor, te pedimos por perdón, limpieza, sanidad y restauración de Tu novia santa.
Que podamos estar sin mancha, amantes del Señor Jesús; y como el hermano Tom habló de esa imagen del novio y la novia, que podamos ser aquellos que rápidamente dicen a tu propuesta de amor, “Sí, Señor; sí, Señor, haz lo que quieras y haznos una novia santa,” en el nombre de Jesús te lo pedimos.
Tom Elliff: Señor, yo recuerdo al Salmista decir, “Si hubiese sido mi enemigo quien me hizo esto, esta ofensa, lo hubiera soportado; pero fuiste Tú – fue mi propio amigo íntimo” (Salmo 55:12-13 parafraseado).
Señor, cuánto te ha de afligir cuando Tu novia, por la cual diste Tu vida para presentarnos delante de Ti, puros y santos y sin mancha –ande en la noche correteando por las calles asociándose con todo tipo de amantes; y esté durmiendo cuando Tú tocas la puerta. Para luego levantarse y encontrar que Tú estuviste ahí, pero que ya no estás.
Es una violación teológica por parte de aquellos que deberían ser los centinelas. Nosotros, entre todos los demás, debiéramos estar callados delante de ti en fidelidad y amor, pero hemos sido malvados y desobedientes, y merecemos Tu juicio — nosotros más que nadie.
Barbara Blanchard: Señor, sentimos que entre los creyentes hay crítica, el tornarse el uno contra el otro, aun como los líderes nacionales hablan el uno contra el otro. Sabemos que debe haber más espíritu de amor entre los creyentes – de bondad, de consideración, de comprensión, de compasión.
Nos has mandado a amarnos los unos a los otros y a amarte con todo nuestro corazón. No sólo sentimos que hay crítica, sino que también hay auto-complacencia, algo que evita que los creyentes te consideren a Ti por sobre todo lo demás. También un sentir de seguir la vida como si nada, manteniéndose ocupados, pero sin hacerte a Ti el enfoque central de nuestra atención.
Te pedimos perdón, Señor, por cada uno de nosotros individualmente y por todo el cuerpo de creyentes en los Estados Unidos. Oh Señor, te pedimos perdón. Sabemos que esto te entristece, porque dijiste en el Antiguo Testamento que aquellos que estaban en el desierto se rebelaron contra Ti y Te afligieron y Te probaron y Te hicieron irritar, al Santo de Israel.
Nos maravillamos que has sido tan bueno con nosotros. Has tolerado a Tu pueblo. Te pedimos de nuevo que esta misma semana, Tú visites a cada creyente en los Estados Unidos y alrededor del mundo, que Tú hables fuertemente y firmemente sobre quién eres Tú y sobre cómo debemos de ser delante de Ti, el Santo.
Tim St. Clair: Padre, estamos tan agradecidos que Tu Espíritu Santo no esté limitado a edificios y a llamadas telefónicas y a radio y a internet. Así como el Señor Jesucristo le respondió a Nicodemo y dijo, “El viento sopla a donde quiere. Escuchas su sonido, pero no sabes de dónde viene o a dónde va. Así también es el Espíritu” (Juan 3:8, parafraseado).
Estamos desesperadamente necesitados de que Tu Espíritu Santo invada la privacidad de nuestras vidas y de nuestros hogares, empezando con aquellos que te conocen y te proclaman como su soberano Señor y Salvador. Padre, ¿podrías hacer eso?
El juicio deberá comenzar por la casa de Dios; y si lo justos con dificultad se salvan, ¿qué será el impío y pecador? (1 Pedro 4:17-18 parafraseado).
Señor, comienza con nosotros, Tu pueblo. Purifícanos. Límpianos. Haznos gente santa, donde el desbordamiento consista en personas perdidas sean atraídas a Ti por Tu Espíritu.
Tom Eliff: Para aquellos de ustedes que acaban de unirse a nosotros en este tiempo de oración, hemos tornado nuestra atención a la vida llena del Espíritu, y el hecho de que el Espíritu Santo de Dios ciertamente no llenará nuestras vidas si estamos llenos de nosotros mismos.
En estos momentos de culminación, será bueno para nosotros clamar a Dios, reclamando Su plenitud por medio de la fe. Él dice que si confesamos nuestros pecados, y Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos (1 Juan 1:9, parafraseado). Ese, siendo el caso, pienso que podemos, con gozo, reclamar Su plenitud. Hagamos eso en oración.
Shirley Dobson: Señor, te doy gracias que no tenemos que estar atados al pecado. Tú dijiste en Tu Palabra que si alguno estuviera en Cristo, él es nueva creación; las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17 parafraseado).
Señor, hoy, para nuestros oyentes allá afuera que se han arrepentido de su pecado, ellos pueden caminar como nueva creación en Cristo. Pueden ser liberados de los pecados viejos y la vieja amargura y actitudes viejas, y pueden caminar en la plenitud del Espíritu.
Señor, ¡Te alabamos por Tu regalo de perdón, Tu regalo de restauración, Tu regalo de redención! Señor, Te agradecemos por eso hoy, en el nombre de Cristo.
Nancy: Señor, Tu Palabra dice que todo el que pide recibe, el que busca, halla, y el que toca le será abierto; y si nuestros padres saben dar buenas dádivas a sus hijos, cuánto más nuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a aquellos que lo piden (Lucas 11:10-13 parafraseado).
Así que, Señor, conociendo que tenemos Tu Espíritu Santo en nosotros, oramos en fe que derrames la unción y plenitud y expresión más plena posible de Tu Espíritu Santo.
Fluye en nosotros. Que nuestros familiares, nuestros miembros de la iglesia, nuestros amigos y vecinos y compañeros de trabajo sean tocados y conscientes de Tu presencia, mientras la plenitud de Tu Espíritu fluye a través de ellos.
Barbara Blanchard: No puedo evitar de pensar en Evan Roberts, quien oró hace cien años en Gales en ese pequeño salón de clase: “Ven, Espíritu Santo; ven ahora, ven ahora”, oró toda la noche con unos pocos.
Así que venimos hoy en el radio, juntos, orando, “Ven ahora; ven ahora, Espíritu Santo.” Sabemos que estás dentro de nosotros. Sabemos que estás con nosotros. Ven sobre nosotros. Fluye sobre nosotros, fluye en nosotros, como dice la Escritura, “ríos de agua viva” (Juan 7: 38).
Señor, estamos esperando algo corporalmente que aún no hemos visto durante nuestra vida. Te estamos pidiendo otra experiencia como la de Pentecostés para la iglesia, que seas conocido como nunca antes en nuestra generación.
Oh Dios – Padre, Hijo, y Espíritu Santo – ven sobre nosotros. Te clamamos, Oh Dios. No podemos hacer las cosas que buscamos. Solo Tú puedes, y lo buscamos sólo para Ti. Hazte conocer fabulosamente entre nosotros.
Tim St. Clair: Padre, Te pido que comiences con los hombres y mujeres de Dios que dirigen esta nación; que Tú crees en nuestros corazones una insatisfacción santa con la rutina de siempre, y que lo “suficientemente bueno” ya no sea suficientemente bueno.
Padre, yo sueño con el día cuando hombres de Dios se paren en los púlpitos a través de nuestra tierra y clamen por algo más que solo servicios litúrgicos rutinarios.
Señor, que conozcamos – que yo conozca, Padre, aun mañana – lo que es ser sensible, que aprenda a ceder a Tu Espíritu, y oro que Tu Espíritu tenga libertad en los corazones de nuestra gente. Dios, hazlo por Tu gloria.
Tom Eliff: Dios, nos reunimos, y unimos nuestros corazones con agradecimiento. Señor, estás entristecido, profundamente entristecido por nuestros corazones, nuestras vidas, nuestra iglesia, nuestra nación, nuestra necesidad, y la necesidad de la gente alrededor del mundo; pero aun así estamos entusiasmados, Señor, por esta maravillosa verdad, que podemos ser llenos de Tu Espíritu. Nos llenarás con Tu vida.
Padre, te damos gracias que Tú has dicho en Tu Palabra que estás trabajando para conformarnos a la imagen de Tu amado Hijo (Romanos 8:29 parafraseado). Estamos contentos que aun en esta hora que hemos pasado juntos en oración, nos has estado tallando con un cincel. Has estado trabajando en nosotros, aquí en este lugar, y allá en aquel lugar, y en aquella esquina del mundo y en aquella otra esquina del mundo. En Tu novia, Señor; has estado trabajando.
Que entusiasmados estamos Señor de creer que justo ahora podamos vivir en la plenitud de Tu Espíritu, que Tú nos puedas llenar con la plenitud de Dios (Efesios 3:19 parafraseado). Padre, Te damos gracias por eso. Te damos gracias por esa promesa. La reclamamos con fe.
Señor, al cerrar este tiempo de oración, lo hacemos con doxología de alabanza y gratitud y agradecimiento en nuestro corazón. Te alabamos, Señor, y te damos gracias por estas cosas. En el maravilloso nombre de Jesús oramos, amén.
Annamarie: Este es Tom Elliff, orando que el pueblo de Dios viva por el poder del Espíritu de Dios y experimente avivamiento.
Nancy nos ha estado guiando a través de una serie acerca del avivamiento personal llamada En busca de Dios. Visita nuestra página AvivaNuestrosCorazones.com para encontrar más recursos que te ayudarán en tu caminar con Cristo. No dejes de hacerlo hoy, y si has sido bendecida, comparte estos programas con otras de tus amigas.
Hablando de compartir, en la conferencia “¡Clama!”, en la que miles de mujeres nos reunimos para buscar en oración a nuestro Dios y Salvador, nos encontramos con una oyente, Elizabeth Arce y fue una sorpresa y gozo escuchar sus palabras, escucha un poco de lo que hablamos en ese momento:
Para más información visita MujerVerdadera17.com.
La próxima semana Nancy estará abordando un aspecto más de la vida avivada: Una vida personal de devoción. Sintonízanos y terminemos juntas este viaje a través del tema del avivamiento en nuestra relación personal con Dios.
¡Qué tengas un buen fin de semana y seas bendecida al adorar y buscar a Dios con tus hermanos en tu iglesia local!
Por favor regresa con nosotros a Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.