Carmen Espaillat: Hoy y mañana se está llevando a cabo la primera conferencia Mujer Verdadera en Santo Domingo, República Dominicana, no dejes de conectarte a la transmisión en vivo, visita AvivaNuestrosCorazones.com, para que puedas ser parte de este evento desde tu hogar o tu iglesia.
Oramos que Dios haga un gran movimiento de reforma en la vida y los corazones de las mujeres que puedan impactar sus familias, sus iglesias y sus comunidades.
Hoy tenemos la historia de Betsy Gómez ella fue confrontada cuando comenzó a escuchar Aviva Nuestros Corazones por el internet.
Betsy Gómez: Cuando comencé a escuchar las enseñanzas de Nancy, me sentí tan confrontada. Por primera vez pude ver mi pecado en diferentes áreas de mi vida.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy Leigh DeMoss: Durante este año pasado, un momento importante para mí …
Carmen Espaillat: Hoy y mañana se está llevando a cabo la primera conferencia Mujer Verdadera en Santo Domingo, República Dominicana, no dejes de conectarte a la transmisión en vivo, visita AvivaNuestrosCorazones.com, para que puedas ser parte de este evento desde tu hogar o tu iglesia.
Oramos que Dios haga un gran movimiento de reforma en la vida y los corazones de las mujeres que puedan impactar sus familias, sus iglesias y sus comunidades.
Hoy tenemos la historia de Betsy Gómez ella fue confrontada cuando comenzó a escuchar Aviva Nuestros Corazones por el internet.
Betsy Gómez: Cuando comencé a escuchar las enseñanzas de Nancy, me sentí tan confrontada. Por primera vez pude ver mi pecado en diferentes áreas de mi vida.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy Leigh DeMoss: Durante este año pasado, un momento importante para mí fue estar de pie delante de 3,000 mujeres en Santo Domingo, República Dominicana. Esa fue la primera conferencia internacional para Aviva Nuestros Corazones.
Estamos a punto de escuchar la historia de una joven de Santo Domingo, República Dominicana que ha sido transformada.
Vamos a escuchar un ejemplo de una de las formas en que Dios está atrayendo a las mujeres hacia Él en América Latina. Leslie nos va a contar la historia de una joven que está descubriendo la alegría que viene de adoptar el diseño de Dios para su vida.
Carmen: Betsy Gómez se crió en la iglesia, sin embargo, ella nunca vio una imagen bíblica de la feminidad ejemplificada.
Betsy: Cuando tenía 3 años mis padres se divorciaron, así que mi madre tuvo que dedicarse a trabajar, ocupándose en varios empleos al mismo tiempo. Eso no me permitió ver un ejemplo de una madre que estaba cuidando el hogar, quizás una madre cuidando a su esposo. Simplemente pude ver en ella una mujer que salía de su casa a trabajar, y a trabajar mucho.
Y realmente ese era parte de mi sueño, yo quería trabajar todos los días de mi vida. Yo me imaginaba que iba a trabajar en un ministerio, iba a dedicarme al Señor a tiempo completo así que como toda joven, fui a la universidad, me gradué en Mercadeo, luego hice una maestría en Comunicaciones Integrales de Mercadeo. Yo pensé que todo estaba bien, que no necesitaba ese ejemplo o ese modelo que me enseñara cómo ser una buena esposa o cómo ser una buena madre. Yo pensé que ya yo conocía el Evangelio y ya eso era todo lo que yo tenía que aprender.
Así que me casé muy joven con un hombre cristiano, con la idea de que todo iba a ser perfecto. Yo no necesitaba un modelo a seguir, yo no necesitaba que nadie me dijera cómo debía manejar mi casa, cómo ser una esposa o cómo ser una madre. Yo pensaba que todo estaba bien. Incluso, en los primeros años de nuestro matrimonio, como no teníamos hijos, parecía como que todo estaba bien, independientemente de que yo realmente no estaba enfocada en cuidar de mi esposo y de mi hogar. Estaba más enfocada en mi trabajo y realmente eso nunca me preocupó, hasta que quedé embarazada.
Ahí comencé a pensar que tener un hijo iba a ser un gran reto para mí. Ser madre y además trabajar quizás no iba a ser tan fácil como yo lo visualizaba. De hecho, nunca había tenido cerca de mí un bebé, no tenía sobrinos, no tenía primitos. Así que no sabía qué iba a pasar.
Carmen: A pesar de que ella sabía que iba a ser un reto, Betsy se apresuró a regresar a la fuerza laboral. En su comunidad se asumía que ser una mujer profesional era una prioridad más alta que invertir tiempo en los niños.
Betsy: En mi país tenemos una licencia de maternidad de tres meses. Pero mi trabajo me necesitaba en menos tiempo, así que tuve que salir de la casa e incorporarme al trabajo antes de lo que se suponía. Cuando lo hice, me pareció que estaba bien, porque yo necesitaba mantener mi trabajo y tenía que continuar con los proyectos de mi trabajo, pero no me daba cuenta de que mi proyecto más importante era mi bebé.
Simplemente yo quería concentrarme en mi trabajo y, hacer esto, obligó a mi esposo a estar más tiempo en la casa, ya que él tenía un trabajo más flexible como consultor. Él, viendo mi falta, entonces se tuvo que ocupar más de nuestro hijo y en los momentos libres él iba a la casa y estaba con él.
Moisés Gómez: Yo pensaba que si ayudaba en mi casa, también estaba ayudando en mi matrimonio.
Carmen: Este es el esposo de Betsy, Moisés. Él tenía un deseo dado por Dios para servir a su familia, pero también sabía que Dios lo había llamado a liderar a su familia y mantenerla.
Moisés: Nosotros sabíamos que detrás de esta situación había algo que no estaba funcionando bien.
Carmen: Debido a su horario de trabajo, Betsy tenía muy poco tiempo para estar con su hijo.
Betsy: En los momentos en que pasaba más tiempo con mi hijo era en los fines de semana, porque durante la semana llegaba muy tarde y realmente yo estaba muy cansada, yo solamente estaba pensando en mí, yo no estaba pensando en mi bebé. Yo quería que todo el mundo pensara que yo era una madre perfecta, que yo estaba haciendo todo lo que yo tenía que hacer, y quería mostrar esa apariencia de que todo en mi hogar marchaba bien. Sin embargo, dentro de mi corazón, yo sabía que había algo que andaba mal.
Un día, recuerdo, era bien tarde y estaba en el trabajo. Comencé a sentirme totalmente fuera de lugar y yo no entendía por qué yo sentía esto, y me preguntaba, yo o sea “¿Por qué me siento como pez fuera del agua en este lugar?”, y dije, “Bueno, es que realmente donde yo tengo que estar trabajando es en el ministerio. Yo tengo que trabajar a tiempo completo en el ministerio porque ahí es que está mi corazón”.
Eso me mantuvo estresada y ansiosa durante toda una semana porque dentro de mi corazón yo sabía que las cosas no estaban en orden, había algo que no estaba bien.
Carmen: Las preocupaciones de Betsy aumentaron un día cuando ella llegó a casa y vio a su hijo, abrió sus brazos para recibirlo, y en lugar de ir donde ella, salió corriendo hacia su padre. Trataba a Betsy como a una extraña.
Betsy: Cuando llegué a mi casa, Josué, mi hijo, me rechazaba. Él era tan solo un bebé de un año y nosotros no habíamos tenido como la oportunidad de hacer una conexión. Yo siempre estaba ocupada y siempre tenía algo que hacer. Él solamente quería estar con su papá. Yo quería darle la comida y él quería que su papá lo hiciera. Yo quería abrazarlo, él quería estar con su papá. Eso comenzó a inquietarme y a preocuparme y a analizar por qué esto estaba sucediendo.
Moisés: Cuando yo vi que Josué empezó a rechazar a Betsy, entonces empecé a preocuparme porque esto no es normal. La realidad es que todo el mundo usualmente nos dice que los niños prefieren a las madres y las niñas a los padres, y esto no estaba sucediendo en mi casa con Josué.
Carmen: Betsy tuvo una perspectiva importante sobre su situación una noche cuando no podía dormir. Moisés había asistido a una conferencia, “Deseando a Dios” en los EE. UU. Allí, él había oído hablar de Aviva Nuestros Corazones y le comentó a Betsy al respecto.
Betsy: Esa noche me sentí muy abrumada, me sentía muy cargada. Me sentía muy confundida, yo no sabía qué hacer. No podía dormir, y a las 3:00 a.m. me levanté de la cama y fui a la computadora porque me recordé del ministerio que me había hablado Moisés, de Revive Our Hearts y Aviva Nuestros Corazones. Entré a esta página y ahí pude encontrar un mensaje de Nancy Leigh DeMoss que se llamaba, “¿Qué es una mujer verdadera?” así que lo puse, comencé a escucharlo y en ese momento fue cuando me di cuenta de lo lejos que estaba del plan de Dios para mi vida y del diseño de Dios para mi vida.
Yo conocía al Señor, yo era cristiana; sin embargo, nunca había escuchado acerca del diseño de Dios para la mujer. Yo solamente quería ser líder, hacer cosas; pero yo no me había dado cuenta que mi primera responsabilidad era cuidar a mi esposo, cuidar a mis hijos y cuidar mi hogar.
Nancy (mensaje de conferencia): "Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a ser prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada." (Tito 2:3-5).
Betsy: Fue muy impactante para mí poder entender que si no cumplía con estas responsabilidades yo estaba en falta delante de Dios. Me di cuenta de que en diferentes áreas de mi vida yo estaba en pecado. Cuando nosotras no cumplimos el plan de Dios para nosotras, le estamos diciendo al Señor, “A mí no me interesa vivir de acuerdo a lo que Tú diseñaste para mí”. Esta enseñanza me ayudó a entender que tenía que vivir de acuerdo a las prioridades de Dios y no a mis prioridades.
Yo solamente había estado sirviéndome a mí misma y haciendo lo que yo quería hacer. Sin embargo, nunca me había detenido a pensar qué era lo que Dios quería para mí como mujer, y luego de haber tomado esa responsabilidad del matrimonio, qué era lo que Dios quería para mí a través del matrimonio. Por primera vez en mi vida pude darme cuenta de cuán pecadora yo era en esas áreas de mi vida.
Cuando crecemos dentro de la iglesia, a veces pensamos que estamos bien, a veces pensamos que no tenemos problemas en nuestra vida, en nuestro matrimonio. Pensamos que todo está bien. Pero ahí me di cuenta que yo estaba llena de orgullo, yo estaba llena de mí misma, mi vida era una vida muy pecaminosa que se centraba solamente en las cosas que me satisfacían a mí: en mi carrera, en lo que yo quería hacer, en mi vida social, en todo lo que a mí me complacía; ni siquiera lo que complacía a mi esposo, sino lo que me complacía a mí. Yo no estaba cuidando de él, tampoco estaba cuidando de mi hijo.
Esa noche yo lloré durante horas; yo me pude dar cuenta de lo mal que yo estaba. Mis prioridades estaban muy mezcladas y yo no estaba en el lugar correcto. Me di cuenta de que todo esto no era más que un fruto de una relación con Dios muy apagada, de una relación con Dios muy descuidada.
Carmen: Betsy se dio cuenta de que sus prioridades estaban fuera de lugar. Era una talentosa mercadóloga, pero para esta etapa de su vida había sido llamada a desempeñar un papel muy importante. Ella decidió dejar su trabajo para poder dedicar su energía y talento para criar la siguiente generación.
Inmediatamente el miedo la apodera. ¿Qué iba a pensar su familia? ¿Había desperdiciado todo el esfuerzo que pasó en lograr su maestría?
Betsy: Ahí pude sentir la convicción de que mi primer ministerio y mi primera responsabilidad era cuidar mi familia y de ser apoyo para mi esposo. Cuando analicé todas estas cosas me di cuenta que el trabajo en esta etapa de mi vida era un estorbo porque me absorbía todo mi tiempo y toda mi energía, y además ya Dios me había mostrado qué era lo que Él quería para mí. Me miré y me dije a mí misma, “¿Cómo lo hago? ¿Cómo lo voy a hacer?”
Creo que Dios comenzó a romper muchos patrones equivocados que yo había aprendido, y Dios comenzó a cambiar mi corazón poniendo el deseo en mí de hacer lo que yo tenía que hacer. Nunca antes tuve el deseo de atender mi casa, de limpiar o de lavar la ropa por mí misma. Aquí en nuestro país tenemos mucha ayuda disponible, y realmente, en ese momento, yo me quedé totalmente sola, sin ayuda en la casa. Sin embargo Dios me rodeó de mujeres que me ayudaron a poder aprender a cuidar mi casa.
Al principio yo estaba un poco avergonzada porque, cómo era posible que tenía tantos años de casada y ni siquiera había podido lavar un baño, yo misma. Y yo no quería que nadie me enseñara, la verdad. Pero entonces el Señor me enseñó a ser humilde y yo recuerdo en uno de los programas de Nancy que ella decía que nosotras no tenemos que tener vergüenza para pedir ayuda porque al final es una lección de humildad, y yo tenía ese deseo en mi corazón, de aprender. Así que Dios me dio la oportunidad de estar junto a mujeres que fueron mentoras en esa área para mí, y me ayudaron.
Carmen: Betsy continuó aprendiendo cómo servir y acoger a su familia. Aprendió muchas cosas prácticas que nunca se le enseñó cuando era niña, como por ejemplo: la forma de cocinar, o la forma de organizar una casa. Pero mucho más importante, ella estaba aprendiendo a tener un corazón para servir a los demás.
En este proceso el Señor utilizó una serie de enseñanzas de la serie Aviva Nuestros Corazones.
Betsy: Yo recuerdo que en uno de los programas, Nancy dice que, “Si tú estás casada, entonces sería bueno que el programa de mañana lo escuches con tu esposo”. Así que llamé a Moisés, mi esposo, y le dije, “Mira, tenemos una cita mañana al medio día, vamos a escuchar un programa juntos.” Él estuvo de acuerdo. Fue increíble cómo, cuando nosotros escuchamos este programa de radio, no solamente el Señor me habló a mí, sino que también le habló a mi esposo.
A partir de ahí él pudo asumir la responsabilidad de ser el proveedor total del hogar, liberándome de la culpa que yo podía sentir al dejar mi trabajo, y esto fue para mí una gran bendición. Verlo a él asumir su rol como proveedor total del hogar...Esto me daba como una tranquilidad y una paz...para poderme enfocar en las demás cosas.
Esto también nos estaba llamando a bajar nuestro nivel social, que a veces es un estorbo para nosotros no enfocarnos en lo que tenemos que hacer. Pero ya Dios nos había hablado muy claro a ambos, y en ese momento fue entonces cuando yo dejé mi trabajo. Fue muy gracioso porque en el momento de yo renunciar, le explicaba una y otra vez a mi jefe las razones por las cuales yo estaba renunciando, y él no lo entendía. Me decía, “Betsy, estás tomando la peor decisión. No dejes tu trabajo”. No fue fácil para mí manejar esa situación, sin embargo, yo estaba muy clara de que para esta etapa de mi vida Dios me estaba llamando a hacerlo.
Carmen: Después de dejar su trabajo de marketing y centrarse en su trabajo como esposa y madre, Betsy necesitaba apoyo. Dios trajo a Laura González De Chávez a su vida. Laura es instrumental en la traducción de Aviva Nuestros Corazones al español y está al frente de Aviva Nuestro Corazones en la República Dominicana.
Laura le dio a Betsy una copia del libro, “Buscándole a Él” (en inglés). Nancy Leigh DeMoss y el equipo de Life Action Ministries lo escribió para mostrar a los lectores cómo caminar a través de un proceso de reavivamiento personal. Betsy se comprometió a estudiar este libro junto con su esposo Moisés.
Betsy: Yo creo que fue el mejor momento en nuestro matrimonio.
Estábamos muy activos en la iglesia pero ahí nos dimos cuenta cuánto pecado habíamos guardado en nuestro corazón y cuánto pecado oculto había entre nosotros. Nosotros pudimos confesarnos esos pecados el uno al otro, pudimos ser totalmente transparentes el uno con el otro y tener una limpia conciencia acerca de nuestro pasado y acerca de nuestro pecado.
A veces pensamos que lo que sucede en el pasado se queda en el pasado. Pero nosotros tenemos que entender que solamente vamos a experimentar un avivamiento si nosotros somos honestos con nuestros esposos y con Dios, primero con Dios, acerca de nuestra condición, acerca de nuestro pecado.
El hecho de nosotros ser personas transparentes, honestas, el uno para con el otro, nos ha ayudado a entender cómo el pecado nos estaba impidiendo crecer y cómo nuestra relación con Dios podía crecer muchísimo más si nosotros éramos sinceros. Creo que la confesión fue primordial para ese avivamiento en nuestro hogar.
Honestamente hubo momentos en los que yo quería cerrar el libro, yo no quería continuar. Era muy difícil para mí enfrentarme ante tanta maldad en mi corazón, ¡cuán perverso era mi corazón! Yo durante toda mi vida siempre pensé que era una niña buena, y pensé que yo era excelente en todo lo que hacía, y cuando se trataba de Dios, pues no era la excepción yo me sentía muy por encima del promedio, espiritualmente. Y puedo decir, el Espíritu Santo de Dios fue lo que nos ayudó a ver nuestra condición real de pecado delante de Dios; cómo el orgullo se había anidado en nuestros corazones, la autosuficiencia y muchísimos otros pecados que a veces pensamos que ni siquiera los tenemos...estaban ahí, y eran la raíz de todo este problema.
Moisés: Wow, “Buscándole a Él” es una herramienta increíble del ministerio Aviva Nuestros Corazones.
Carmen: Este es el esposo de Betsy, Moisés.
Moisés: Necesito a Dios. Necesito Su gracia. Tengo que ser misericordioso con mi esposa. Tengo que ser honesto con mi esposa. Y Él me ayudó a ser totalmente claro. Me ayudó a volver decirle algo que tal vez yo no le había dicho anteriormente y que pensé, por un momento, que estaba en mi pasado y que eso se había olvidado. El ejercicio para empezar a confesarle y ser misericordioso uno con el otro ha hecho que nuestra relación de matrimonio sea cada vez más fuerte.
Betsy: En este estudio, “Buscándole a Él”, Dios nos ayudó a vernos como realmente éramos. Así que un avivamiento comenzó a suceder en mi hogar. Yo doy gracias a Dios por recursos como este y por ministerios como este.
Carmen: Así como Betsy continuó experimentando un avivamiento en su casa, ella comenzó a buscar maneras de apoyar a su marido. Ella quería que él hiciera todo lo que Dios le había llamado a hacer. Ahora, Betsy y su familia vivían en Santo Domingo, pero Moisés fue llamado por Dios a dar un nuevo paso en el ministerio.
Betsy: Desde que nos casamos, mi esposo había soñado con estudiar teología. Así que, justo en este momento, se le presentó la oportunidad para formalizar sus estudios pero en otra ciudad, en la ciudad de Santiago. Si esto hubiese sucedido en otro momento, yo creo que no hubiese podido apoyarlo, pero yo creo que Dios había orquestado todos estos acontecimientos para que pudiera estar preparada para ayudarlo, apoyarlo y para no tener reservas a la hora de mudarnos a esa otra ciudad.
En ese momento no tenía ayuda en el hogar y quedé embarazada. Así que tuve la oportunidad perfecta para practicar todo eso que Dios me había enseñado. Estaba sola cuidando a mi hijo, cuidando a mi esposo, cuidando mi casa, y lo más importante, cuidando mi vida espiritual. Yo creo que Dios permitió todo esto en mi vida porque, a veces, Él tiene que ponernos en un lugar donde solo lo tenemos a Él, y solamente a Él.
Carmen: Anteriormente, habíamos escuchado cómo Betsy sintió un llamado de ministerio a tiempo completo. Ahora ella se dio cuenta de que ese llamado se estaba cumpliendo, justo donde estaba.
Betsy: Siempre pensé que mi ministerio estaba fuera de mi casa. Y yo tenía este deseo de alcanzar a personas y hablarles del Señor y predicarles el Evangelio. Pero es tan maravilloso que ahora yo puedo entender que en esta época de mi vida, Dios me está llamando a un ministerio a tiempo completo para impactar las vidas que más me importan: mi esposo, mis hijos.
Y honestamente, al principio pensé que iba a estar en mi casa sentada sin nada que hacer. Y ahora entiendo que no solo se trata de limpiar, o lavar platos, o cocinar, o de bañar a mis hijos. Se trata de cuidarlos, se trata de amarlos, se trata de criarlos en la Palabra de Dios, en el Evangelio; se trata de impactar a mis hijos con el mensaje de Jesucristo y poder vivir como una carta abierta a los demás, mostrándoles lo que Dios es capaz de hacer en una mujer que se rinde delante de Él. Yo sé que este ministerio va a impactar la vida de muchas personas de mejor manera que si me voy fuera del hogar.
Carmen: ¿Te acuerdas de cómo Proverbios 31 significaba tanto para Betsy? Su esposo ve en su esposa el desarrollo de las cualidades descritas en este capítulo.
Moisés: El versículo 28 dice: "Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada, también su marido, y la alaba diciendo: Muchas mujeres han obrado con nobleza, pero tú las superas a todas." A mí me gustaría decirle a mi esposa en este momento, que ella es y ha sido de gran bendición para nosotros, para mí como esposo y para sus hijos.
Carmen: En Aviva Nuestros Corazones, muchas veces hemos hablado del Movimiento de la Mujer Verdadera. Se trata acerca de un avivamiento en corazones, hogares, comunidades y naciones. La historia que acabamos de escuchar es un ejemplo.
Nancy: Gracias, Leslie. Y el punto no es dejar el trabajo. Lo que toda mujer debe preguntarse es: "En esta época de la vida, ¿cuál es el propósito de Dios—Su agenda—para mi vida? ¿Me he entregado por completo a Él? ¿Estoy abrazando Su diseño y Su llamado para mí como mujer? Ahora, ¿qué pasos debo tomar para vivir eso?”
Carmen: Nancy, tu incluiste esta idea en tu libro “Mentiras que las mujeres creen”. Incluye secciones sobre las mentiras que las mujeres creen acerca de las prioridades, sobre las relaciones y sobre los niños. Este es un libro que puede ser muy útil para algunas de nuestras oyentes que hoy están bombardeadas por mentiras que les transmite la cultura.
Nancy: Estamos muy agradecidos a Dios por lo que ha hecho al permitirnos comenzar a transmitir estos programas de Aviva Nuestros Corazones. Si entiendes que este programa puede ser de beneficio para otras personas, te invitamos a compartir con ellas esta enseñanza. Y te pedimos que ores por nuestro ministerio. Te pedimos que nos acompañes en oración para que Dios nos permita alcanzar muchos corazones con el mensaje de libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
En las últimas décadas, las mujeres han sido motivadas a “hacer las cosas a su manera” y muchas se han dejado engañar por las promesas vacías del feminismo. El movimiento de Mujer Verdadera busca recapturar el diseño original de la mujer tal y como fue ideado por Su creador.
Estamos agradecidas a Dios porque recientemente estamos siendo testigos de un gran anhelo por parte de muchas mujeres alrededor del mundo de ser parte de este movimiento, de volver a las sendas antiguas y abrazar este hermoso diseño. Muchas mujeres han vuelto a sus hogares con la convicción y el deseo de hacer las cosas “a la manera de Dios”.
Para buscar la definición de lo que significa ser una mujer verdadera en la Palabra de Dios. Estas mujeres, por la gracia de Dios, anhelan vivir vidas centradas en Dios, anhelan confiar en Él y decirle, “Sí, Señor”.
¿Quieres ser parte de este movimiento? Deja que tu mente y tu corazón se empapen de la Palabra de Dios y descubre Su voluntad para tu vida.
Te invitamos a visitar nuestra página web, www.AvivaNuestrosCorazones.com. Allí podrás encontrar recursos y artículos que te pueden ayudar en este proceso de convertirte en una Mujer Verdadera. También podrás encontrar un video con el testimonio de Betsy. ¡Entra y compártelo!
Carmen: El lunes, Nancy comenzará una serie titulada Cómo enamorarnos y permanecer enamoradas de Jesús, basada en el libro de Cantar de los Cantares, será una maravillosa forma de preparar nuestros corazones en estas semanas previas a la celebración de la Semana Santa.
No dejes de acompañarnos. Esperamos que te conectes a la conferencia de Mujer Verdadera, a través del Internet, visita AvivaNuestrosCorazones.com Regresa el lunes a Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se cite otra fuente.
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